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CIENCIA - LOS 5 NÚMEROS CUÁNTICOS - TABLA PERIÓDICA Y NÚMEROS CUÁNTICOS (Una revisión necesaria)



SOBRE LA NECESIDAD DE REVISAR
LA TABLA PERIÓDICA Y LOS NUMEROS CUÁNTICOS.


No sé mucho sobre la tabla periódica y menos aun de espectrografía, por lo que lo que expongo a continuación tiene mucho de especulativo y quizá requiera varios ajustes importantes; sin embargo, creo que se requiere una revisión a fondo de los conceptos que se manejan actualmente respecto a los números cuánticos y la distribución de los electrones en los diferentes átomos. Espero que este análisis pueda contribuir a dicha revisión.
El motivo fundamental de esta propuesta es dar un orden mas coherente a la tabla periódica, evitando los “saltos” de un nivel a otro durante el proceso de colocación de los electrones en átomos sucesivos y, como consecuencia de ello, modificar parcialmente los números cuánticos adaptándolos a un sistema mas sencillo. La propuesta se ajusta perfectamente a los elementos conocidos en la actualidad, especialmente a los primeros periodos de la tabla.
La propuesta comienza con un estudio de las tablas de “llenado” de los átomos que suelen aparecer en diversos textos y, a partir de este análisis, se proponen diversos cambios que conducen, finalmente, a sugerir la modificación de los números cuánticos.


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La Tabla 1 es la que aparece normalmente en los textos. En la parte inferior se indican los niveles (K, L, M…) y subniveles (s, p, d, f) correspondientes a cada columna. Por claridad de impresión se marcan con mayúsculas los subniveles.
Cada fila termina en la “capa externa”, mostrando los electrones de valencia (eléctrica) de cada elemento.
El uso de colores ayuda a identificar sus detalles: el naranja indica un subnivel lleno; se empleó un color distinto para señalar los subniveles que se están llenando al crecer el número atómico (Azul = S, Violeta = P, Verde = D, Rosa  = F). La capa externa de los grupos del Cu y el Zn, se marcan en un azul claro por las razones que se indican mas adelante.
Aunque el llenado de cada subnivel sigue, generalmente, un orden regular, hay algunas irregularidades que se marcan en rojo y se indica, en cada caso, como afectan el llenado. Por ejemplo, el Cr debería tener 4 electrones en el subnivel dM y 2 en el sN, pero tiene 5  y 1 respectivamente. Las irregularidades en los lantánidos y actínidos afectan a los subniveles f y d correspondientes.
En los fragmentos de tabla siguientes podemos observar todo lo dicho hasta ahora:


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La Tabla 2 es totalmente semejante a la 1 e incluye la misma información, pero las columnas están colocadas siguiendo el orden de los subniveles que se van llenando consecutivamente, en vez de clasificarlas por niveles:



Para señalar el hecho de que los subniveles S  se conservan como capas externas, hemos agregado las columnas azules delgadas que indican el grado de energía de tales subniveles y separa los subniveles “internos”  (correspondientes a niveles parcialmente llenos) de los externos. En la figura siguiente se puede observar esto:


Nótese que, exceptuando las irregularidades marcadas en rojo, siempre se cumplen las siguientes reglas:
-Ningún subnivel comienza a llenarse hasta que el subnivel anterior está completamente lleno.
-Los subniveles “internos” siempre son F y/o D y en la Tabla siempre están delimitados por la línea azul gruesa en que se anotan los electrones del subnivel S y la línea azul delgada que indica la energía de S.
-El llenado de un periodo (cada línea de la Tabla Periódica oficial) siempre comienza con un subnivel S, seguido por los subniveles F (primero) y D (después) cuando estos existen.

-Una vez llenos los subniveles internos, el subnivel S se reduce a 1 electrón en el grupo del Cu y vuelve a subir a 2 en el grupo del Zn.

-El final del periodo se caracteriza por el llenado de un subnivel P, que siempre es “externo”, es decir: “cubre” al subnivel S que formaba la capa externa hasta ese momento.
La presentación de la Tabla 2 muestra con mayor claridad la forma en que se colocan los electrones en cada átomo y como “cubren” unas capas a otras; pero además sugiere algunas correcciones o aclaraciones.

La primera se refiere al extraño comportamiento de los electrones en el grupo del Cu: En todos los grupos, los electrones se acomodan en el subnivel que se está llenando   y permanecen fijos en su lugar;     la única excepción a este comportamiento es en el grupo del Cu,  en el que hay una especie de derrumbe que hace que los electrones salten del subnivel S al P, dejando vacío al primero, que se vuelve a llenar con 1 (Cu) y 2 (Zn) electrones nuevos. Esto afecta la regularidad de llenado del subnivel P que pasa súbitamente de 8 a 10 electrones (los 2 últimos electrones de P nunca provienen de “el exterior” sino del subnivel S).
Esta aparente irregularidad se puede explicar suponiendo que el subnivel D se llena completamente con  8 electrones y no con 10 y que el Cu y el Zn (y los demás elementos de ambos grupos) se forman añadiendo los electrones a una capa diferente, a la que llamaremos D3, que se satura con 2 electrones.
En la figura siguiente podemos comparar las configuraciones según la explicación actual y según la suposición del subnivel D3:



El subnivel S deja de ser la capa externa al ser cubierto por el D3, que, a continuación, será cubierto por el P.

La inclusión del subnivel D3 le da una “estructura de cebolla” sumamente regular al proceso de llenado, haciendo que cada subnivel que comienza a llenarse “cubra” al subnivel anterior; la única excepción es la de los subniveles S, que cubren a los F y P que los siguen.El hecho de dividir el subnivel D en 2 partes, plantea la posibilidad de hacer otras divisiones. En la Tabla 3 se muestra una posible distribución electrónica con los niveles F y D divididos en 3 subniveles cada uno, a los que llamamos F1, F2 y F3 y D1, D2 y D3 respectivamente y que se saturan con 2 o 6 electrones según el caso.

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La Tabla 3 se basa en la distribución electrónica propuesta, es decir, considerando 3 subniveles D y 3 subniveles F.
En principio, podemos alarmarnos porque esto rompe con los números cuánticos que conocemos actualmente; pero, como veremos mas adelante, no solamente no sucede así, sino que refuerza y clarifica estos conceptos.
Antes de analizar los números cuánticos (que aparecen en la parte derecha de la Tabla 3) veremos como se distribuyen los electrones.


La figura siguiente reproduce la parte inferior de la Tabla 3, incluyendo los nuevos subniveles y, en ella, se puede apreciar la gran regularidad en el orden de llenado.
Excluyendo los 2 primeros subniveles S (S-K y S-L) en los primeros niveles se repite constantemente la secuencia 6-2-6-2-2 hasta  la aparición del primer subnivel F (el F1 del nivel N), a partir del cual la secuencia se simplifica a 6-2…




Todos los subniveles se saturan con 2 o con 6 electrones, haciendo innecesaria la clasificación con 10 y 14 electrones (aunque se conserva en la suma de los 3 subniveles). Las saturaciones siempre son las mismas: S=2, P=6, D1=2, D2=6, D3=2, F1=6, F2=2, F3=6.

El resto de la Tabla 3 es semejante a la 2, con unas ligeras modificaciones:


La línea delgada azul brillante (que marcaba la zona en que el subnivel S cubre a los subniveles F y D) se substituye por una franja del mismo color que se interrumpe al llegar al punto en que el subnivel D3 cubre al S. La parte azul pálido ya no es necesaria y queda  eliminada.

Para indicar que los electrones de un subnivel S están en el átomo mientras se llena una capa interior, pero que los de S forman la capa exterior, se marcan entre comillas y sobre fondo amarillo (nótese que coinciden con la franja azul brillante). Cuando estos electrones dejan de ser la capa externa se marcan sin comillas y sobre fondo naranja.

A continuación se muestra una parte de la Tabla 3 en la que se pueden observar todas las anotaciones anteriores y en la que se ve claramente el orden de llenado de cada subnivel:



Como consecuencia de todo lo expuesto hasta aquí, es de esperarse que haya alguna alteración en la clasifcación de los números cuanticos y, en efecto, la hay; pero como veremos a continuación, esta es mínima y mas sencilla que la actual.

Para empezar, consideremos la Tabla Periódica tal como se presenta actualmente:


Por razones fundamentalmente de espacio (la tabla queda demasiado larga) se colocan por separado los lantánidos y actínidos. Aquí los ponemos en el lugar que realmente les corresponde.

Cada línea corresponde a un periodo y cada periodo comienza con el subnivel S de un nivel. Tanto el periodo como el nivel empiezan con el número cuántico principal “n”, aumentando progresivamente desde 1.

Hasta aquí hay una regularidad inobjetable. Pero en cuanto comienza a llenarse un periodo surgen cambios, no solo de subniveles, sino también de niveles.

Cabe, entonces, preguntarse si se pueden clasificar los elementos de tal forma que cada periodo corresponda a un solo nivel y que éste empiece y termine su llenado en el periodo. Mi respuesta es SI, es posible. Y para ello solo se requieren pequeños cambios.

En primer lugar hay que pasar los grupos 1 y 2 (Li y Be) del principio de un periodo al final del periodo anterior. Haciendo este cambio y aplicando el código de colores que hemos utilizado, la Tabla Periódica tendrá el siguiente aspecto:



La numeración de los periodos y del número cuántico principal comenzara desde 0 y no desde 1.
- El periodo 0 está formado por el H y el He. Este último debería ocupar la esquina superior derecha de la tabla, pero se colocará junto a los demás gases nobles.
- El periodo 1 está formado por el Li y Be exclusivamente.
- A partir del periodo 2, los elementos que constituyen cada periodo son los mismos que en la clasificación actual, con la excepción ya señalada de la exclusión de los elementos de los grupos 1 y 2 y su sustitución por los correspondientes del siguiente periodo.
- Cada periodo se inicia en un subnivel F, D o P, según corresponda y termina siempre en el grupo 2 (alcalinotérreos).

Vemos, pues, que la Tabla Periódica sufre muy pocos cambios.

 Adicionalmente, la parte pintada de azul señala los elementos en los que un subnivel S cubre los subniveles interiores y la parte anaranjada los elementos con capas exteriores.

Resulta muy relevante el hecho de que cada periodo “se repite”; los 2 primeros solo tienen subnivel S, los dos siguientes S y P, los dos siguientes S, P y D y los dos últimos S, P, D y F.
En la clasificación actual los subniveles D aparecen en el periodo siguiente al iniciado con el S de su propio nivel y los subniveles F dos periodos después, dando lugar a una estructura escalonada.

Con base en esto podemos suponer que cada periodo forma un solo nivel completo en el que solo existen los subniveles que aparecen en él y que estos forman parte del propio nivel (y no de niveles anteriores).

Para conseguir esto, basta con introducir un número cuántico l, al que llamaremos “fundamental”, que define los valores de los otros números en la forma siguiente:

 l = 0, 1, 2…

n = 2l + 0    y   n = 2l + 1     únicamente.

l = l, l-1....0

m = -l, -(l-1)… -1, 0, +1…+l

s = +1/2   y   s = -1/2   únicamente.

Nótese que los valores de m y s son los mismos de la clasificación actual y solo se modifican n y l. Los valores de este último se deben tomar en el orden indicado y no de 0 hacia arriba.

La parte derecha de la Tabla 3 muestra los números cuánticos según esta propuesta y vemos  que existe una concordancia perfecta con los subniveles propuestos.

La columna   está dividida en grupos sucesivos de 2 elementos para señalar la existencia de los 2 valores de s (véase la figura A siguiente). Intencionalmente se evitó un tratado mas riguroso para cumplir con la Ley de  Pauli, lo que haría necesario modificar las partes de esta columna  correspondientes a los subniveles que se saturan con 6 electrones (no aplica a los que se saturan con 2) en la forma que se ve en la figura B



En lo referente a la irregularidades, marcadas en rojo, la mayoría persiste; pero algunas desaparecen con esta clasificación (elementos del 65 al 68 y elemento 102). Debo aclarar que la información con la que cuento es de hace mas de 30 años y en ella aparecen marcadas con interrogación las distribuciones irregulares que afectan a los subniveles D y F; esto implica, en primer lugar, dudas sobre su exactitud, y en segundo lugar, la necesidad de una revisión basada en la clasificación propuesta para determinar el subnivel (D1, D2…F3) en que se encuentran los electrones. (Por tal motivo se señalan en rosa y con interrogación).

Los casos del Cr y los elementos del 41 al 45 se podrían explicar como un “desdoblamiento” del subnivel D2 que cubriría con un electrón al subnivel S. Esto mismo sucede con el Pt.

El grupo del Ni merece una mención especial: En el Ni el subnivel S cubre al D2 siguiendo el orden regular, mientras que en el Pd sucede lo contrario ( el S queda cubierto por el D2 ) y en el Pt, como ya dijimos, se presenta un “desdoblamiento” semejante al del Cr.


Finalmente, la clasificación propuesta cuenta con la ventaja adicional de que no es necesario estar llenando planas de doses, seises, dieces y catorces y se puede resumir en la forma que aparece en la figura 4.

Las 2 primeras columnas indican el número atómico y el símbolo del elemento.

La columna Ex marca los electrones de la capa externa y la columna In los de la capa interna que se está llenando.
Recuérdese que con la clasificación propuesta los subniveles se llenan en orden consecutivo hasta llenar el nivel y que no quedan huecos en la tabla.
Las zonas marcadas en naranja indican que todos los subniveles anteriores están completos.

Las demás columnas muestran los números cuánticos correspondientes.













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